jueves, 24 de julio de 2008

Rahola y los errores de la ‘bio’ de Wiesenthal (1)

Con ocasión de la muerte de Simon Wiesenthal el 20 de septiembre de 2005, Rahola se hizo eco de ello en su blog y le dedicó una auténtica elegía http://www.pilarrahola.com/1_3/ARTICLES/detall.cfm?ID=00000002D1&IDIOMA_ID=2 que coincide en mucho con la que se puede leer en Wikipedia http://es.wikipedia.org/wiki/Simon_Wiesenthal

De hecho coincide tanto que se cometen los mismos errores: glorificaba Rahola como grandes hitos de Wiesenthal la captura de Adolf Eichmann y la detención del agente austriaco de la Gestapo que detuvo a Anne Frank en 1944, mientras callaba –como también se calla en Wikipedia- que el mismo Wiesenthal defendió que Kurt Waldheim no era un criminal de guerra.

Por partes: Wikipedia –y Rahola- sostienen que Simon Wiesenthal dio con el paradero de Adolf Eichmann, un teniente coronel de las SS ayudante de Heydrich, que participó en la Conferencia de Wannsee el 20 de enero de 1942 en donde se planificó la ‘solución final’ contra los judíos.

Bien, pues no es así. Wiesenthal no participó ni en la localización ni en la captura de Eichmann en absoluto. Todo el operativo fue obra del servicio secreto Mossad israelí, que ni contó nunca con Wiesenthal ni Wiesenthal contactó nunca con este servicio.

El verdadero hilo conductor fue un jubilado judío alemán residente en Buenos Aires que, por casualidad, oyó hablar de Eichmann. Comunicó sus sospechas al fiscal alemán de Essen y éste a colegas israelíes que destacaron varias misiones secretas a Buenos Aires antes de confirmar la pista y cometer el secuestro en 1960.

La tesis de que fue Wiesenthal quien se enteró primero por una carta de un amigo argentino, o porque el jubilado alemán se puso en contacto con él y él se lo contó al Mossad, no es verídica en absoluto.

Al menos dos libros de los protagonistas: ‘La casa de la calle Garibaldi’, del director del Mossad Isser Harel, y ‘Eichmann in my hands’, de Peter Malkin, agente que le detuvo personalmente, narran los hechos casi día a día y jamás nombran a Wiesenthal.

En ‘La casa...’, Harel aporta una lista de nombres de todos los participantes envueltos en la historia, y no aparece Wiesenthal.

Es más, al cabo de unos años, harto de oir que Wiesenthal había hecho el trabajo, Harel declaró en público que ya estaba bien, que Wiesenthal no había hecho nada en absoluto, que se estaba colgando medallas ganadas por otros y que Wiesenthal no había contribuido a la localiación y secuestro de Eichmann, sino que la había entorpecido siempre al manifestar una y otra vez que Eichmann estaba en alguna parte del mundo excepto en donde se hallaba realmente: en Argentina.

(sigue)

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